La decisión de los trabajadores municipales de Contralmirante Cordero de afiliarse a ATE produjo una violenta reacción del Intendente, quien con el apoyo del Gobernador quisieron evitarlo a toda costa. Pero nada de eso parece detener a los compañeros. Nota de El Trabajador del Estado
Contralmirante Cordero es una localidad ubicada en el Alto Valle de Río Negro. A mediados de marzo, más de la mitad de los trabajadores de su municipalidad decidieron afiliarse a la ATE, hecho que generó una reacción inesperada en el Intendente Gustavo Pita, quien inició un grave proceso de persecución hacia los empleados despidiendo a nueve trabajadores -con más de cuatro años de antigüedad y con funciones esenciales para la prestación de los servicios-sólo por su pertenencia gremial.
Con ATE no se jode
Tras los despidos vino la respuesta del sindicato: corte de la ruta 151 y los bloqueos del Corralón Municipal y del ingreso a la sede municipal. La contraofensiva del intendente con el apoyo del gobernador Alberto Weretilneck fue imputar al Secretario General del CDP rionegrino, Rodolfo Aguiar –junto a Dora Fernández, Danilo Sinchini, Salvador Nicosia y Javier Hermosilla– por un delito gravísimo como es el de coacción agravada, para el que está prevista la cárcel efectiva.
Detenciones y desalojos por la fuerza
Durante la madrugada del lunes 23 de mayo la Policía de Río Negro desalojó por la fuerza a los trabajadores que pacíficamente protestaban en uno de los ingresos a la Municipalidad de Contralmirante Cordero y detuvo a dos empleados de esa comuna: Álvaro Poblete y Maximiliano Cifuentes, junto a unos vecinos que hacían el aguante. Días después hizo lo mismo con el delegado gremial, Javier Hermosilla quien fue detenido e incomunicado en la ciudad vecina de Cinco Saltos. Naturalmente, ATE volvió a la lucha con cortes y bloqueos en reclamo de la reincorporación de los despedidos y de un aumento salarial.
Brutal represión policial
Con gases, balas de goma y una marcada brutalidad en su accionar la policía rionegrina reprimió a los trabajadores que cortaban la ruta 151 mientras el intendente anunciaba otros nuevos diez despidos.
En ese marco se declaró un paro por tiempo indeterminado y la protesta se trasladó nuevamente a las puertas del edificio municipal, donde la policía provincial volvió a la carga con dureza disparando balas de goma y gases lacrimógenos que dejaron media docena de heridos. Entre ellos, Rodolfo Aguiar, quien recibió de un efectivo policial un bastonazo en la boca.
Aunque intenten evitarlo con palos, gases y detenciones, ATE no para de crecer en Contraalmirante Cordero y en toda la provincia.