La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) reclama la rápida intervención del ministro de Desarrollo Social, Nicolás Land, sobre una serie de gravísimos hechos sobre la que fue personalmente informado por dirigentes del sindicato, en relación a las autoridades de la residencia geriátrica de larga estadía Juan XXIII, de Cinco Saltos.
Por un lado, ATE denunció que Noelia Garrido, a cargo de la residencia, y Nancy González, referente del sector, hacen oídos sordos a los informes trasladados por el personal que atiende a los huéspedes durante las 24 horas.
En este sentido, fueron varios los descuidos en el tratamiento de enfermedades infecto contagiosas, a pesar de la insistencia de enfermeros y auxiliares asistenciales. Incluso el médico de PAMI que atiende allí observó signos de desnutrición y sugirió sin éxito a los directivos la incorporación de nutricionistas especializados.
El caso paradigmático es el sostenimiento de Verónica Figueroa, responsable del personal de Enfermería sin título habilitante ni conocimiento empírico, lo que pone en riesgo la integridad física y mental de los adultos mayores.
“Garrido no acepta ningún tipo de sugerencia ni opinión de los trabajadores enfermeros que sólo intentan proteger y cuidar la salud de los internados. Ante esto la señora directora responde que sus decisiones no se cuestionan”, denunció Dora Fernández, secretaria general de la seccional Norte de ATE.
Por otro lado, Fernández también reveló la falta de inversión sobre el manejo de los fondos para el funcionamiento de la residencia recibidos desde el Estado de la provincia.
Y advirtió la persecución a la que son sometidos los delegados gremiales de ATE.
“Estas autoridades, amigas de algunos funcionarios, sin capacitación y descomprometidas, se encargan de dañar a los trabajadores con acusaciones infundadas, queriendo opacar el prestigio con sumarios administrativos y falsas denuncias que serán comprobadas ante la investigación del organismo actuante”, agregó la dirigente.
Por un lado, ATE denunció que Noelia Garrido, a cargo de la residencia, y Nancy González, referente del sector, hacen oídos sordos a los informes trasladados por el personal que atiende a los huéspedes durante las 24 horas.
En este sentido, fueron varios los descuidos en el tratamiento de enfermedades infecto contagiosas, a pesar de la insistencia de enfermeros y auxiliares asistenciales. Incluso el médico de PAMI que atiende allí observó signos de desnutrición y sugirió sin éxito a los directivos la incorporación de nutricionistas especializados.
El caso paradigmático es el sostenimiento de Verónica Figueroa, responsable del personal de Enfermería sin título habilitante ni conocimiento empírico, lo que pone en riesgo la integridad física y mental de los adultos mayores.
“Garrido no acepta ningún tipo de sugerencia ni opinión de los trabajadores enfermeros que sólo intentan proteger y cuidar la salud de los internados. Ante esto la señora directora responde que sus decisiones no se cuestionan”, denunció Dora Fernández, secretaria general de la seccional Norte de ATE.
Por otro lado, Fernández también reveló la falta de inversión sobre el manejo de los fondos para el funcionamiento de la residencia recibidos desde el Estado de la provincia.
Y advirtió la persecución a la que son sometidos los delegados gremiales de ATE.
“Estas autoridades, amigas de algunos funcionarios, sin capacitación y descomprometidas, se encargan de dañar a los trabajadores con acusaciones infundadas, queriendo opacar el prestigio con sumarios administrativos y falsas denuncias que serán comprobadas ante la investigación del organismo actuante”, agregó la dirigente.
