Es que el día viernes 27 de marzo familias de la comunidad local se acercaron al consejo local de Educación con la esperanza de recibir la tan ansiada ayuda alimentaria que habían leído mediante redes sociales se entregaban allí.
Sin embargo, Loreley Cabanay, al frente de esta institución, respondió que por no estar en ningún listado esta ayuda no les correspondía, sin importar que se trataba de familias numerosas que anteriormente encontraban en las escuelas el desayuno, almuerzo o merienda diaria con el que actualmente no cuentan.
“Creemos indispensable alzar la voz por los sectores más vulnerables de la sociedad, por esos niños y niñas que hoy no solo viven la desesperación e incertidumbre que los aqueja frente a esta pandemia, sino que también deben estar preocupados por no contar con un plato de comida en sus mesas. Este acto es discriminatorio e inhumano”, señaló la secretaria de finanzas de la seccional ATE Allen, Betiana Barrera ante la agobiante situación de algunas familias a las que se escuchó desde el sindicato.
«No entendemos cuáles son los requisitos que deben tener las familias para poder acceder al módulo, en qué se basó Cabanay para realizar la elección y determinar a quién sí y quién no le corresponde el módulo de alimentos, negándoselo a familias numerosas sin fuentes de trabajo”, continuó por su parte Carolina Suárez, secretaria general de la seccional.
Es así que desde la seccional se exhortó a la delegada local de educación a que revea la situación de estas familias y se redacten nuevos listados en los que no se deba seleccionar quién pasa más hambre sino que se realicen pensando en que todos las familias necesitan ayuda comunitaria y contención social.
Asimismo se le recordó a la funcionaria estatal que es sumamente urgente que se les brinde ayuda en estos momentos, en los que se deben dejar de lado las diferencias de sectores, y colaborar desde nuestra propia sensibilidad a los que más necesitan.
