La Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma de Río Negro conmemora el Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras en el marco de una coyuntura inédita que le impedirá al movimiento obrero en todo el mundo movilizarse en las calles, aunque sí unificarse detrás de la consigna histórica que dio origen en 1890 al 1° de mayo: la jornada de ocho horas.
También serán otras las demandas. Entre ellas, el reconocimiento del Estado de un nuevo sujeto que sobrevive en los marcos de la informalidad laboral y representa a casi el 50% de la clase trabajadora argentina. Y el fortalecimiento de las políticas públicas: si algo quedó demostrado en la pandemia, es que el mercado no puedo sustituir al Estado.
La grave crisis alimentaria en la que están sumergidos los trabajadores más humildes de la Patria amerita un giro drástico. La hegemonía del capital financiero debe ser desplazado por la producción y el trabajo. Para ello es necesario, además, consolidar un sistema impositivo progresivo que grave a las grandes fortunas y garantice un ingreso universal, básico e incondicional.
No podemos ser los trabajadores quienes otra vez carguemos con el costo de la crisis. Gran parte de nosotros, sobre todo el personal público, ofrece su vida en jornadas extensas de trabajo para cuidar y salvar vidas. Los trabajadores del Estado logramos ser relegitimados por una sociedad con la que el neoliberalismo intentó enfrentarnos.
Por nuestra historia y nuestros mártires, por nuestras luchas y nuestras reivindicaciones. Felíz día compañeros y compañeras.
