Según el sindicato, desde nivel central -mediante la apertura de un expediente y trámite simplificado de compra- se autorizó la compra de mamparas de acrílico en la UGL XXVII, como caso testigo en el país.
«Nos encontramos con la sorpresa de que, en vez de mamparas, se están colocando hules que no sirven para proteger de la propagación del virus a los trabajadores, a las jubiladas y jubilados», señaló el delegado de ATE Romeo Aguiar. «De esta manera, vemos complejo el retorno a las actividades normales como pretenden desde el instituto».
ATE pidió también que se evalúen las conductas de los funcionarios involucrados e insistió en que, de no adoptarse medidas adecuadas, en las próximas semanas las delegaciones de PAMI se convertirán en centros de contagios masivos para la franja social más vulnerable frente al coronavirus.