Como una radiografía que muestra las deficiencias de la política de Salud del Gobierno Provincial, el Hospital de General Roca «Dr. Francisco López Lima» amaneció a oscuras e inundado. Un corte de energía en la zona afectó el centro asistencial, en tanto que un problema con los flotantes en los tanques de agua no sólo inundó el patio del nosocomio, sino también las calles aledañas.
Desde las 4 de la mañana gran parte del nosocomio se quedó sin corriente y si bien en parte del edificio se restableció el servicio a media mañana, todos los servicios generales (lavadero, cocina, costura, mucamo, residuos y mantenimiento) cerca del mediodía aún se mantienen sin electricidad.
La atención hospitalaria ya estaba reducida por el Paro Provincial resuelto por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), pero estos inconvenientes afectaron aún más el lugar de trabajo. Al no haber corriente eléctrica y haber agotado las reservas de los tanques, el hospital también se quedó sin agua.
Cuando se transita un nuevo paro provincial, ATE cuestiona la política de Salud Provincial
«Estas situaciones no son nuevas. Se muestran nuevamente la falta de gestión de quienes se encuentran a cargo de las instituciones. Repudiamos que frente a estas falencias se siga responsabilizando a los trabajadores de los inconvenientes pueden surgir», manifestó Zulma Dávila, Secretaria Adjunta de ATE Alto Valle Este.
«Hace más de siete años venimos reclamando la compra de un grupo electrógeno para los servicios generales del nosocomio y evitar así las reiteradas complicaciones que surgen cotidianamente. Los pacientes terminan siendo perjudicados, no se puede brindar un buen servicio», concluyó Víctor Orellana, Delegado Sindical de ATE en el hospital y agregó: «Se corta la cadena de frío de las heladeras, se pierde mercadería, si no hay luz no funciona el lavadero ni se pueden lavar correctamente los alimentos para su elaboración».
