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jueves 25 abril 2024
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A 25 años de la fundación de la CTA: volver a parir el país que necesita el pueblo

A 25 años de la fundación de la CTA: volver a parir el país que necesita el pueblo
La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro conmemora hoy los 25 años de la constitución de la CTA, aquel 14 de noviembre de 1992. En los tiempos que corren, traer a la memoria esta gesta y a aquellos dirigentes históricos -entre los que se encontraban Eduardo Fernández Novoa y Roberto Mandrik- constituye un nuevo aliento hacia la unidad de los trabajadores, única opción para frenar las políticas de ajuste del modelo neoliberal reinante.

Ya en los 90, la avanzada de este modelo comenzaba a mostrar su rostro más cruel y a lo largo de los años la desocupación y el hambre se constituirían en la moneda de cambio de una política basada en la privatización de las principales empresas del Estado. Un profundo ajuste se aplicaba sobre la sociedad mientras pueblos enteros, que habían crecido junto a la estatal YPF y los ferrocarriles argentinos, desaparecían. Era un contexto particularmente difícil para los trabajadores y vastos sectores de la comunidad.

En este marco, con un fuerte impulso y decisión política desde ATE, junto con otras organizaciones, comenzaba a gestarse la creación de una nueva central sindical. Fue en este contexto que en 1991 se llevó adelante un encuentro de organizaciones y dirigentes sindicales en la localidad bonaerense de Burzaco.

La Central obrera llama a recuperar el espíritu de unidad de la clase trabajadora contra la desocupación y el ajuste

Al «grito de Burzaco» de aquel 17 de diciembre le continuó el encuentro de Rosario bajo el lema «Para que nuestra dignidad se ponga en marcha», del que participaron 1.571 dirigentes de veinte provincias en representación de 10 organizaciones nacionales, 122 sindicatos de base y 38 comisiones internas. Allí se elaboró un documento político sobre la situación del país, se conformó una Mesa Nacional Provisoria con representantes de los sindicatos, las organizaciones de jubilados y desocupados y se convocó al Congreso de los Trabajadores Argentinos (CTA) que finalmente tuvo lugar en las instalaciones de Parque Sarmiento el 14 de noviembre de 1992 con la participación de más de 2500 delegados de todo el país. Lo que comenzó como una agrupación de dirigentes sindicales pasaría luego a transformarse en una nueva central obrera en el país.

«A pesar de los muchos conversos, de los muchos que se han cambiado la ropa, los muchos que se han lavado la cabeza, nosotros seguimos creyendo que hay un país para cambiar, una sociedad nueva para construir, una camino nuevo para alumbrar«, diría en aquel momento Germán Abdala, quien se hacía presente a pesar de estar en medio de un fuerte tratamiento en Estados Unidos donde intentaba frenar el avance de su enfermedad.

Dice el acta confeccionada aquel día: «Pasado su tratamiento y luego de una larga lista de oradores es aprobado por unanimidad la fundación del Congreso de Trabajadores Argentinos«. La primera tarea que se dio el recién fundado Congreso de los Trabajadores Argentinos fue para el verano de 1992-1993: impulsar la juntada de un millón de firmas contra la jubilación privada.

Debe destacarse una de las definiciones más importantes que se tomaran en la CTA: la afiliación directa de los trabajadores, especificados estos como los que trabajan o trabajaron o buscan trabajo, también incorporando la votación directa en las elecciones de sus dirigentes. En el 7° Congreso nacional de delegados al modificarse el estatuto se cambió el nombre por Central de Trabajadores de la Argentina.

Primer congreso de delegados

Con los años el movimiento fue creciendo sin pausa y el 4 y 5 de noviembre de 1996 se realizaría el primer Congreso Nacional de Delegados de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en el teatro Luna Park de la Ciudad de Buenos Aires.

Este primer Congreso Nacional sucedía luego de que al menos 11.000 personas a lo largo y a lo ancho del país hubieran debatido cómo afrontar los desafíos que la difícil situación argentina les planteaba a los trabajadores.  Así, como un faro en medio de la oscuridad, los trabajadores de todo el país se reunían no solo en busca de resistir al modelo reinante, sino de debatir profundamente un programa que permitiera una salida.

«Hemos realizado un proceso inédito de discusión, movilización y organización. Proceso que refleja la decisión de ratificar la voluntad política de consolidar esta nueva Central de los Trabajadores Argentinos. Hecho que demuestra además un acto de militancia y compromiso con la voluntad de afirmar un país donde la idea de Nación, integrada al mundo pero soberana en sus decisiones, siga teniendo sentido. Un país donde la solidaridad rija las relaciones entre los hombres, y donde la democracia se nutra de la creciente participación popular y sea puesta en función de la voluntad y necesidad de aquellos que trabajan en esta tierra», señala el documento final, donde quedaron registrados los principales ejes del debate y las propuestas que se alumbraron y que lejos de cerrar el debate lo abría. Porque como se dejaba asentado, “para los trabajadores el debate político no es una abstracción, es el proceso natural y consecuente. De nuestra práctica y nuestra lucha. Único marco en el cual las mejores ideas pueden transformarse en poder político y abrir la esperanza para la construcción de un mañana mejor”.

Conmemorando estos días aquellas importantes jornadas que alumbraran la unidad de los trabajadores como única posibilidad de hacer frente al avance despiadado del modelo político y económico reinante, desde la CTA rionegrina se retoma aquel espíritu en estos tiempos oscuros para volver a parir el país que necesita el pueblo todo, con un nuevo despertar del protagonismo popular. }

 



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