La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negroexpresa su más absoluto repudio al proyecto del Gobierno que prevé la creación de una Fuerza de Despliegue Rápido (FDR), conformada por las tres Fuerzas Armadas, para colaborar con el accionar del Ministerio de Seguridad que preside la ministra Patricia Bullrich.
«Tenemos un Gobierno obsesionado por aumentar el poder represivo de las fuerzas de seguridad. La creación de este nuevo grupo de elite está pensado para perseguir la disidencia política y atacar la protesta social en nuestro país», señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE y CTA Río Negro y agregó: «Para seguir aplicando uno de los modelos económicos de mayor exclusión en la historia, necesitan darle más poder a las fuerzas armadas. Medidas como estas debilitan el Estado de Derecho».
Según indica el proyecto -que tiene en carpeta el Ministerio de Defensa- la fuerza estaría destinada a la lucha contra el narcotráfico en zonas de frontera, la defensa de los recursos naturales y la represión de “grupos extremistas”, lo que en concreto puede derivar en la participación del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en tareas de represión interna.
Para poner en marcha este preocupante plan el ministro de Defensa Oscar Aguad ya está programando -y concretando en algunos casos- una importante inversión en armamento, con la compra de helicópteros, el abastecimiento de camiones de brigada, buques de patrullaje, armamento moderno y aviones. Pero esto no es todo, sino que se prevé la capacitación y el intercambio de experiencias de otros países, con entrenamiento en el exterior de personal de las Fuerzas Armadas asignado a la nueva FDR.
Trazando los detalles de este plan es que Oscar Aguad y Patricia Bullrich viajaron la semana pasada a Estados Unido, donde tenían previsto reunirse con los altos mandos del Comando Sur.
Lo cierto es que más allá del lavado de cara que se le otorgue al proyecto, es de temer que mediante esta nueva creación se infrinja la Ley de Seguridad Interior (24.059) que limita la participación de las Fuerzas Armadas en asuntos de seguridad interna, ya que fue el propio Aguad quien abrió la puerta expresando que la nueva fuerza funcionaría como un apoyo en este sentido.
Para la Central Obrera, esta herramienta no viene más que aumentar el poder represivo de las fuerzas de seguridad, que ya viene desplegando su brazo más duro en todo el territorio y claramente se usará para reprimir la disidencia política y la protesta social.
La muerte de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel por el accionar de la Gendarmería y la Policía Federal son dos ejemplos contundentes de lo que este Gobierno es capaz de descargar sobre el propio pueblo. Es por esto que desde la CTA se alerta sobre la creciente militarización del Estado y llama a repudiar todos los proyectos que se están llevando adelante en esta línea.