«El G20 es la cumbre de los ajustadores y depredadores de nuestros países. Las Naciones más poderosas definen sus estrategias para el saqueo de nuestros recursos y la colonización o extranjerización de nuestras tierras», indicó Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE y CTA Autónoma de Río Negro.
«En la agenda de este grupo de países no existe el desarrollo industrial y productivo de la Argentina, sino su empobrecimiento y exclusión», completó el dirigente.
Como anunciara previamente, para la central obrera esta Cumbre de las economías más poderosas del mundo solo viene a sostener un proyecto de país con más pobreza y exclusión, proponiendo un modelo neoliberal que acrecienta la concentración de la riqueza y que está lejos de la agenda que los pueblos necesitan para mejorar su calidad de vida y tener justicia social.
Más bien, las políticas delineadas por este grupo creado en los 90 optan por desintegrar los convenios colectivos de trabajo, aumentar la jornada laboral y la flexibilización laboral, con una clara línea de hostilidad hacia la organización sindical de los trabajadores y trabajadoras.
Es por esto que desde las 18 hubo distintas actividades y movilizaciones: en Viedma se realizó una volanteada en los puntos neurálgicos de la ciudad: calles del centro, puertas de supermercados y otros lugares estratégicos, mientras que en Bariloche y en General Rocase realizaron movilizaciones también por la tarde.
En un territorio militarizado -para lo cual el gobierno anunció un gasto de 100 mil millones de pesos en la compra de armas, equipos antidisturbios y proyectiles destinados a la seguridad del evento- y en un marco de profunda crisis, estos países debaten políticas para continuar sosteniendo el sistema financiero internacional con la asesoría del FMI, del Banco Mundial y de la OCDE.
La dependencia, la desigualdad y millones de expulsados a la pobreza son hasta ahora la única moneda de cambio de estos encuentros.