“Desde la CTA nos presentamos en la granja, exigiendo explicaciones al respecto. No fuimos escuchados, por el contrario, la primera respuesta fue la presencia policial, nunca nos recibió la patronal”, relató Rosa Ñanco, secretaria general de la CTA Autónoma.
Finalmente, luego de dos años, la justicia le dio la razón al trabajador, quien prestó más de 11 años de servicio en dicha empresa.
“Se logró la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por el despido de este trabajador que estaba sufriendo precarización laboral, ya que se desempeñaba en negro y fue despedido por cuestiones sindicales. Finalmente la empresa abonó lo que corresponde con los intereses de la Ley”, explicó a su vez Ailen Roca, abogada del trabajador.
Adrián Torres había empezado a denunciar las precarias condiciones en que se desempeñaban, el mal pago de las horas extras, y las jornadas laborales excesivas. Es ahí que la empleadora decide despedirlo por su activismo sindical.
“Fui despedido por una causa inventada por la empresa, por mucho tiempo sufrí persecución ya que encabezaba los reclamos por una resolución que nos era desfavorable y la empresa empezó a tomar represalias en contra de los que hacíamos los reclamos. Incluso recibía amenazas”, cuenta Torres.
El trabajador comenzó a registrar todo esto, con fotos, videos y audios, que sirvieron para poder presentar una demanda a raíz del despido.
“Doy las gracias a Rosa Ñanco, a Ailen Roca y a todo el equipo de trabajo, porque en el momento del despido fue la CTA Autónoma la que realmente estuvo y me apoyó haciendo un trabajo tremendo. El sindicato que tendría que haberme representado solo me dijo que no podían hacer nada, que me consiguiera un abogado y que quién sabe si iba a tener suerte. Fue la CTA la que realmente llegó a defendernos”, concluyó.
