Desde la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma se reitera el reclamo de justicia a diez años de la desaparición en democracia de Jorge Julio López, testigo clave en el juicio que permitió condenar al genocida Miguel Etchecolatz a prisión perpetua.
López fue desaparecido por segunda vez el 18 de septiembre de 2006 en la ciudad de La Plata, días después de haber dado testimonio como sobreviviente de la dictadura. Desde entonces, se continúa reclamando contra la impunidad y el encubrimiento. Es que hasta ahora la causa no ha logrado avances, no hay ni un sólo imputado- y mucho menos detenido- y no se ha arrojado ninguna pista sobre su destino.Cabe recordar que a lo largo del primer año y medio la causa estuvo caratulada como averiguación de paradero. Esto quiere decir que fue investigada por la Justicia Provincial, y la fuerza encargada de llevarla a cabo fue la Policía Bonaerense, cuyo jefe máximo durante la dictadura fue el mismo Etchecolatz. Recién la bonaerense fue apartada en el 2008 y actualmente la búsqueda quedó en manos de la Unidad Fiscal de La Plata.
En este marco, también la Central Obrera repudia profundamente los intentos de beneficiar con la prisión domiciliaria a los genocidas de la última dictadura militar.
Así, a diez años de la segunda desaparición de López se repudia el encubrimiento de los responsables y se exige inmediata, y efectiva, justicia.
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