“Pareciera ser que las exigencias del FMI no han perdido peso con el nuevo gobierno. Al menos por ahora no existen señales que se vayan a afectar otros intereses que no sean los de los jubilados, asalariados y sectores populares. Si no se avanza en reformas estructurales que permitan comenzar a distribuir la riqueza de manera más equitativa la preocupación seguirá en ascenso. Hasta aquí los privilegios de los bancos, la renta minera, petrolera y los grandes complejos agropecuarios se mantienen intocables», señaló Rodolfo Aguiar.
El dirigente fue contundente al expresar cómo una vez más la crisis pretende ser pagada a costa de los sectores más vulnerables, en el caso de los jubilados, un sector que además en un 80% no llega a cubrir el costo de la canasta básica debido a los deterioros sufridos en su salario, una penosa situación tras décadas de aportes a un sistema previsional que también se ha visto vaciado para solventar los desaciertos en política económica.
La propuesta de Moroni argumentando la necesidad de reformas para que el sistema sea sustentable, una línea que viene impulsando en varios países el FMI – se aprobó en Brasil bajo la presidencia del derechista Bolsonaro y es también impulsada en Francia por Macron- se da en medio del decreto anunciado este miércoles por el Gobierno sobre los incrementos a las jubilaciones y a las asignaciones familiares: para muchos beneficiarios, el último incremento en los haberes, compuesto por una suma fija de $1500 y un 2,3% adicional puede significar un nuevo ajuste sobre este sector.