El Departamento de Derechos Humanos de los Pueblos de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) rechaza la propuesta del Gobierno de la provincia respecto a la participación del Ejército Argentino para el seguimiento y control del cumplimiento del aislamiento preventivo de los contactos estrechos de pacientes con COVID-19 en Bariloche y vuelve a decir Nunca Más a las fuerzas armadas en las calles.
“El Estado podría organizarse de otra forma y no recurrir enseguida a medidas represivas. Hay un montón de organizaciones sociales, voluntarios en los barrios, personas a las que se podría convocar para hacer esta tarea, en vez de llamar al ejército. Eso nunca salió bien y no va a salir bien ahora”, señaló preocupada Carolina Alac, secretaria del Departamento de Derechos Humanos de los Pueblos de ATE.
La dirigente recordó que “ya se hizo un pacto social hace mucho años y es que las fuerzas armadas jamás deben estar para nada que tenga que ver con seguridad interna. No queremos que en nombre de la salud pública se imponga un estado policial represivo como si fuera la única forma. Hay recursos técnicos y gente muy capaz en nuestro Estado para hacer esa tarea”.
De esta forma, el sindicato reafirmó su negativa para que la Escuela Militar de Montaña sea convocada como “una academia de control y castigos”.
La Gendarmería Nacional también fue llamada para comenzará a colaborar en Cipolletti y la ciudad de Roca, algo que para ATE es preocupante si tan solo se recuerda, entre los antecedentes, la feroz represión llevada adelante por efectivos de Gendarmería Nacional durante el desalojo de una toma en la sede General Roca de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) en el 2018, entre otras repudiables acciones que esta fuerza ha tenido en diversos operativos llevados adelante en democracia.