El sindicato realiza ollas populares para las familias de trabajadores precarizados
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realiza ollas populares frente al Municipio de Catriel y reclama sueldos dignos para los trabajadores. Más de 300 municipales se encuentran precarizados, muchos con sueldos de 13 mil pesos que no alcanzan para cubrir los productos básicos de consumo familiar, en una zona donde los precios los ponen los petroleros.
El sindicato, con la presencia de Rodrigo Vicente secretario general de ATE Río Negro, denunció el hambre que golpea cada día a más familias, y donde en este marco, el ejecutivo pretende para los precarizados un aumento de 6 mil pesos en tres cuotas, una de las cuales ya entregó. La suma es absolutamente irrisoria, mientras los trabajadores y trabajadoras disponen de todo su tiempo al servicio de la comuna en diversos sectores. Asimismo, para quienes se encuentran en planta permanente y contratados el ejecutivo solo ofreció por decreto un 24% en cuotas, que tampoco alcanza para nada.
“Ya no pueden costear la canasta familiar, no pueden llevar la comida a sus hogares, y ni hablar si se enferman: un medicamento barato para la gripe sale hasta 4 mil pesos, y no tienen obra social ni seguro. En las góndolas todo es precio petrolero, que tienen sueldos en las empresas de 300 mil pesos”, dice Nora González, secretaria general de Catriel.
“El aumento otorgado al trabajador precarizado no le alcanza ni para comprar una bolsa de harina que está 3.800 pesos, la situación es grave, las familias están atravesadas por el hambre y no cuenta con algo tan indispensable como el pan”, continuó la dirigente.
Cabe destacar que los municipales cubren 6 horas de trabajo, realizan la misma tarea que los contratados y los que están en planta permanente, en áreas como medio ambiente, el vertedero municipal, la recolección de residuos. Trabajan en política sociales, de administrativos, en espacios como el cementerio y obras públicas.
Es por esto que desde ATE se decidió llevar adelante estas las ollas “de la desesperación” frente al municipio, luego de un mes sin llegar a un acuerdo de salario digno. “Hay una tozudez muy grande. Por eso seguimos realizando medidas. Los comercios han colaborado mucho con la comida para estas ollas, y así también los trabajadores contratados, ya que el eslogan es: por los que menos tienen”.