La situación que se vive por agua no apta para el consumo humano, pone en riesgo a trabajadores y alumnos
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) denuncia la grave situación que atraviesan los trabajadores porteros y porteras de la Escuela Agrotécnica CET 29 Chacra Talleres de la localidad de Luis Beltrán, donde asisten cerca de 300 alumnos del ciclo superior, quienes además tienen talleres a la mañana, y del ciclo básico, quienes cursan a la inversa: talleres por la tarde.
En este marco, el personal se servicio y apoyo (PSA), compuesto solo por tres trabajadores para esta importante cantidad de alumnos, debe afrontar tareas que los exceden desde todo punto de vista, como es la de controlar y de medir todas las mañanas el nivel de cloro en agua.
Es que, cuando se indicó que el agua de la perforación no se podía utilizar para consumo ni para limpieza, el Consejo de Educación comenzó a llenar un tanque de 800 litros de agua potable, lugar de donde los porteros debían sacar bidones de agua de 20 litros para colocarlos en dispenser donde tomaban agua los alumnos, profesores y personal de servicios. Además de utilizar el agua para hacer el desayuno y la merienda, también utilizándola para limpieza de la institución.
Justamente, realizando esta tarea que deriva de la falta de condiciones edilicias en la que se encuentran el establecimiento educativo es que es que uno de los trabajadores se lastimó un hombro, algo que no denunció por miedo a perjudicar su trabajo.
“Consideramos que la falta de condiciones en la que se encuentra el establecimiento empuja a los trabajadores y trabajadoras a hacerse cargo de situaciones que exceden completamente su labor, poniendo en riesgo su integridad física y su seguridad”, denunció la delegada de ATE en el sector de educación, Mariela Rodríguez.
Asimismo, en la capacitación para aprender sobre el manejo del clorador y cómo se toman las medidas del cloro en el agua, es que la tarea recae en otro de los porteros.
A esta situación se le suman los diferentes resultados que se obtienen en las muestras de agua tomadas a pedido del Ministerio de Educación y el que fue realizado a pedido de los padres del alumnado, donde queda en evidencia que los niveles de arsénico superan los valores permitidos, dando una cuenta más de cómo queda expuesta la salud, no solo de los trabajadores, sino de todos los que asisten a este establecimiento.
