Luego de las reuniones celebradas en la Capital Federal de la que participaran todos los actores del sector hidrocarburífico y se acordaran modificaciones al Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro manifestó su preocupación por el aval gremial encabezado por Guillermo Pereyra a la instrumentación de una flexibilización laboral sin precedentes cercanos para los trabajadores del petróleo en toda la región patagónica.
La Central Sindical teme que esa grave afectación de derechos adquiridos impulsada por el presidente Mauricio Macri para favorecer las millonarias ganancias de todas las empresas que operan en el país, se trate de un globo de ensayo y que luego se avance en medidas similares en el resto de las actividades económicas.
«Es muy preocupante que se estén produciendo estos cambios que perjudican a los trabajadores del petróleo en toda la Patagonia, pero es más preocupante que el sindicato esté dando su aval”, señaló el Secretario General de ATE y de la CTA Autónoma de Río Negro Rodolfo Aguiar y agregó: “Cuando los dirigentes gremiales se han enriquecido tanto, ya no debieran poder negociar en nombre de todos los trabajadores. Estamos frente a una flexibilización laboral de magnitud y corremos el riesgo que el gobierno intente avanzar en el corto plazo para modificar en la misma línea el resto de los convenios colectivos de las otras actividades”.
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Por otro lado, la central obrera rechaza de plano las argumentaciones esgrimidas por el Poder Ejecutivo Nacional y compartidas por el principal sindicato del sector, dejando entrever que las modificaciones a la baja del Convenio y la quita de derechos, responden a nuevas estrategias para el desarrollo energético y permitirán crear las condiciones necesarias para que lleguen inversiones, sobre todo en el territorio denominado como Vaca Muerta.
La CTA Autónoma asegura que detrás de esas manifestaciones se esconde la verdadera motivación del entendimiento, que es la de producir un ajuste sobre todos los trabajadores del sector, bajar sus salarios y precarizar aun más sus actuales condiciones de empleo.
A partir de las referidas modificaciones los trabajadores van a poder ser reubicados en cualquier momento, estarán obligados a realizar cualquier tarea, dejarán de cobrar por sus traslados perdiendo las llamadas horas taxi, si las cuadrillas están incompletas deberán prestar servicios igual y ahora el montaje o desmontaje de equipos se podrá hacer de noche y con vientos de hasta 60 kilómetros por hora, cuando antes esas tareas se debían realizar solo de día y siempre y cuando los vientos no superaran los 35 kilómetros.