«Es bueno saber que el Ministerio de Salud haya reconocido que sus auditorías en los hospitales fracasaron y no sirvieron para corregir abusos, desvíos e irregularidades. La falta de gestión de Zgaib y de políticas del Gobierno son alarmantes y profundizan la crisis que atraviesa todo el sistema de salud público», señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE y CTA Autónoma de Río Negro.
«El peor sufrimiento para el pueblo es cuando los funcionarios no son formados o carecen de mínimas capacidades. En este caso, han elegido el peor camino. Son tan inoperantes que piensan que haciendo descuentos y persiguiendo a los trabajadores van a lograr que los hospitales funcionen», concluyó lapidario el máximo referente de los estatales
El Ejecutivo provincial reconoció el fracaso de las auditorías realizadas en los nosocomios y que las mismas no contribuyeron a corregir los desvíos y las irregularidades en el uso de las guardias y horas extras.
La falta de formación especifica y de apego con el trabajo de la mayoría de los funcionarios de la cartera los hace tomar el camino equivocado y pensar que realizando descuentos y persiguiendo a los trabajadores van a lograr que los hospitales funcionen.
El deterioro de los hospitales en este momento es muy grave y la disminución en la cantidad y calidad de las prestaciones afecta a toda la comunidad que se está quedando sin ningun tipo de cobertura médica.
El mínimo funcionamiento de los centros de salud lo garantizan los trabajadores con su compromiso y vocación de servicio, aún bajo las perores condiciones laborales y sin ningún tipo de insumos.
En la actualidad son numerosas las ciudades que se quedaron sin la atención de especialistas (oftalmólogos, otorrinos, ginecólogos, traumatologos y otros), mientras regiones enteras dejaron de contar con guardia de pediatría.
En la mayoría de los hospitales se encuentran suspendidas las cirugías programadas y no se extienden turnos, por lo que la atención es inexistente.
Además, la atención en los consultorios externos se ha visto drásticamente reducida y el ajuste principalmente atacó la atención primaria de la salud (prevención y promoción).
El Gobierno oculta la falta de inversión presupuestaria y el real estado edilicio de la mayoría de los hospitales. Aunque sea dificil de creer los profesionales de algunos servicios están atendiendo en carpas por carecer de un espacio físico adecuado.
Por último, el sindicato señala que son numerosas las pruebas acerca de la intención que tiene el Ministerio de beneficiar a las corporaciones médicas y al sector privado de la salud, si se tiene en cuenta que el recorte aplicado mediante el Decreto 58/17 produce como efecto real, una inyección millonaria de recursos a los privados. Toda la demanda que no puede ser contenida en el hospital por falta de condiciones y presupuesto, salvo los casos de pobreza extrema, el resto va toda a parar a las grandes clínicas y sanatorios privados, sumando que la cartera ha incrementado notoriamente en las últimas semanas las derivaciones a esos prestadores, pagando por esas prestaciones cifras mucho más altas que las normales y habituales del mercado.