Conocido el ascenso de Emmanuel Echazú, el único gendarme imputado por la muerte de Santiago Maldonado, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma salió rápidamente a manifestar su absoluto repudio y caracterizó esta acción como un insulto a la familia del joven y a los millones de argentinos que reclaman justicia. Al mismo tiempo esto se constituye como un nuevo retroceso en materia de derechos humanos en el país y se muestra como un aval cómplice a la represión al pueblo.
La Central demanda la anulación de la promoción y reclama por la destitución de Bullrich
«Esto es una verdadera vergüenza. La carátula por el asesinato de Santiago Maldonado continúa siendo desaparición forzada de persona y, como una afrenta al pueblo argentino, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich le otorga un ascenso al gendarme imputado», cuestionó Manuel Hermida, Secretario Adjunto de la CTA Autónoma de Río Negro y completó: «Ya no nos sorprende nada de este Gobierno totalmente antipopular. Se otorgan beneficios a genocidas, se mantiene en el cargo a una funcionaria como Bullrich, que tiene las manos manchadas con sangre de militantes argentinos y encima, al único imputado por la muerte de Santiago, se lo premia. Exigimos de manera inmediata la destitución de Bullrich y la anulación de esta promoción».
Cabe recordar que, el gendarme en cuestión, fue uno los miembros de esa fuerza que el 1° de agosto persiguió a los integrantes de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen hasta la vera del río Chubut en su ataque represivo.
Tal como muestran las imágenes, Echazú fue captado en el río, con sangre en su rostro. Motivo por el cual, el juez de Esquel Gustavo Lleral ordenó peritajes para determinar el origen de tales heridas.
Finalmente se debe tener en cuenta que, a diferencia de lo que se informó desde el primer momento, Santiago Maldonado sabía nadar. Tal como señaló su hermano –Sergio Maldonado- en declaración radiales a un importante medio de la Capital Federal, “Santiago le tenía respeto al agua, pero no era que no sabía nadar”. Este dato, sumado a que el curso de agua era de baja profundidad y se podía cruzar a pie, son muestras suficientes para, como mínimo, dudar que se haya ahogado por accidente.
