El Sindicato reclamó una suma fija de 10 mil pesos para todo el personal, el pase a planta de los contratados que rindieron concurso en el 2013 y 2015 -más lo que están en condiciones para hacerlo en la actualidad- y la reducción de la carga horaria a 6 y 7 horas, como era antes del Convenio Colectivo, entre otros puntos.
“Se niegan a darnos un aumento cuando saben que nuestro sueldo está por debajo de la canasta básica y muchos trabajadores se desempeñan en situaciones precarias. Hay compañeros con más de 16 años que siguen con contrato anual y todavía no los pasan a planta, habiendo rendido y concursado”, expresó Alejandro Nayen, delegado de ATE en el IOSFA, desde la movilización que tuvo lugar en Bariloche.
“Somos la tercer obra social más grande de la Argentina, tenemos 600.000 afiliados y 14.700 adherentes, los cuales pagan un promedio 3.000 pesos cada uno. Eso da 44 millones de pesos que gana el IOSFA sólo con los adherentes, mientras nos tienen con sueldos promedios de 13 mil y 30 mil pesos. No alcanza para nada, los trabajadores tenemos que decidir si pagar los servicios o si compramos un par de zapatillas. Y ni hablar de pagar un alquiler o solventar el transporte público, es imposible”, continuó Nayen.
El dirigente también informó que son alrededor de 3.600 los trabajadores que están con esos sueldos promedio, mientras que unos 50 funcionarios cobran entre 80 mil a 220 mil pesos. “Nos dicen que para poder pagar mejores salarios deberían despedir a la mitad de los trabajadores y ellos piden asesores y viajan con viáticos de nuestros aportes. No podemos vivir así, por eso tenemos que seguir la lucha y demostrar nuestro descontento, merecemos tener un sueldo digno”, concluyó Neyen.
Por su parte, Rodrigo Vicente, Coordinador de Organismos Nacionales, destacó la lucha en todo el país y llamó a seguir dando la pelea hasta torcer esta realidad: “ATE sigue en la calle para defender los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras. No vamos a parar hasta lograr salarios y condiciones dignas. La lucha del IOSFA es un ejemplo de ello”.