En conferencia de prensa realizada hace instantes en General Roca, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) presentó la demanda para que se instrumente un sumario administrativo al Director del Centro Regional Patagonia Norte del SENASA, Ricardo Sánchez y al Coordinador de Sanidad, Calidad e Inocuidad Animal del mismo Centro, Gustavo Comesaña por las responsabilidades que les competen en la situación que desencadenó el fallecimiento de la veterinaria Carla Di Santo durante la semana pasada.
En la rueda de prensa desarrollada en la sede del organismo -que contó con la participación del Delegado Sindical, Matías Miquelez, del Coordinador de Asuntos Nacionales de ATE Río Negro, Rodrigo Vicente y delegados de ANSES (Luciano Pedraza) y de Desarrollo Social (Carlos Goinhex)- la entidad brindó detalles de los padecimientos de Di Santo, informó el comienzo de un Estado de Alerta, Asamblea Permanente y Movilización en el sector y la ampliación de las actividades a los demás organismos del Estado Nacional en la región.
«El accionar irregular en el SENASA, que venimos denunciado hace tiempo, hoy lamentablemente se cobra la vida de una trabajadora», señaló Rodrigo Vicente, Coordinador de Asuntos Nacionales de ATE Río Negro y completó: «Estamos demandando que se instrumenten sumarios administrativos, porque entendemos que esta tragedia pudo haberse evitado».
Es que para ATE, las actitudes de Sánchez y Comesaña se enmarcan un abuso de su autoridad ya que, pese al clamor de la trabajadora por un traslado que le permitiría estar más contenida, resolvieron hacer caso omiso. La mujer tuvo un accidente en uno de los viajes que realizaba en el desarrollo habitual de sus tareas y perdió la vida la semana pasada.
Sobre la continuidad de las acciones Vicente detalló: «Vamos a intensificar nuestras actividades en todos los organismos nacionales. Las prácticas de abuso de autoridad están siendo cada vez más comunes por parte de algunos funcionarios que intentan sostener sus cargos, demostrando ser fieles a las políticas represivas actuales».
Una tragedia que pudo evitarse
Carla Di Santo, era veterinaria, tenía 40 años de edad y sufría Diabetes Tipo 1 (Insulina dependiente). Cumplía su jornada laboral en la Regional Patagonia Norte en General Roca y supervisando el establecimiento Pollolín SA en Cipolletti. Luego de padecer varias descompensaciones, y como vivía sola en Cipolletti, requirió a las autoridades del organismo su movimiento a la provincia de Córdoba, para ser asistida por su familia.
Tal como se encuentra documentado, Di Santo sufría recurrentes hipoglucemias que le ocasionaban desmayos y pérdida de conocimiento. Por prescripción médica, solicitó el movimiento de su cargo para lograr la contención necesaria que su compleja dificultad demandaba.
Este pedido lo realizó de manera conjunta al Director de la Regional, Ricardo Sánchez y al Coordinador de Sanidad Animal e Inocuidad, Gustavo Comesaña. En una reunión, la trabajadora detalló los problemas que estaba sufriendo y el pedido médico de traslado y tratamiento. Sin embargo, contrariamente a su demanda, no solo le negaron la posibilidad de reubicación sino que además, en el transcurso de los días,ampliaron su radio de trabajo, enviándola a supervisar el establecimiento Solemar S.A. ubicado en la ciudad de Chimpay.
La tragedia se cruzó en su camino en uno de los viajes al Valle Medio. Sufrió una descompensación en plena ruta y despistó, cayendo con su automóvil a un desagüe. Fue asistida por algunos automovilistas que circulaban por el lugar, pero tras el accidente quedó internada en Terapia Intensiva, falleciendo a las 48 horas del suceso.
Pedido de Sumario: https://goo.gl/dsWRXG