Aquel operativo fue llevado adelante en una acción conjunta de efectivos policiales y del Batallón 601 del Ejército para capturar a nueve jóvenes que tenían entre 16 y 18 años y que en la madrugada del 16 de septiembre fueron arrancados de sus casas y llevados a centros clandestinos de detención, donde fueron torturados. Seis de ellos continúan desaparecidos.
Pasaron 41 años desde que las Fuerzas Armadas mostraran su rostro más oscuro y el Terrorismo de Estado dejara sobre el pueblo su herida más grande.
«En este nuevo aniversario, los jóvenes que formamos parte del Sindicato de los Estatales y de la Central Obrera, celebramos la unidad de los movimientos estudiantiles y de las organizaciones sociales y políticas que apoyan la lucha de los jóvenes estudiantes por más presupuesto para las Universidades y establecimientos educativos, levantando siempre la bandera por una educación gratuita y de calidad para todos”, dijo Víctor Orellana, Delegado Sindical de ATE y Referente de la Juventud de ATE y CTA Río Negro, quien cuestionó al actual Gobierno «de corte netamente neoliberal, que utiliza a las fuerzas represivas para ponerlas al servicio del poder, no solamente para meter miedo, sino también para desaparecer a los que luchan y alzan la voz”.
Se cumplen 41 años del secuestro y desaparición de los estudiantes secundarios perpetrado por la dictadura genocida de 1976
Ideales que no claudican
Aquellos jóvenes, en su mayoría eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), habían participado, como tantos otros, de las movilizaciones que reclamaban el Boleto Estudiantil Secundario, un beneficio conseguido durante el gobierno democrático que la Junta Militar quitó ese año, a partir del golpe de Estado.
En este tiempo, donde vuelve a esbozarse la posibilidad del silencio ante hechos inadmisibles, como la desaparición de Santiago Maldonado en plena democracia, desde la Central obrera se llama a recordar más que nunca el camino de lucha elegido por estos jóvenes que salían a las calles, que recorrían los barrios, que militaban en sus escuelas, nada más y nada menos que por justicia social para todo el pueblo.
Es por esto que la CTA y las organizaciones que la componen no pueden menos que expresar su preocupación, cuando desde las mismas instituciones se llama a mirar para otro lado cuando los derechos humanos son vulnerados. Cuando la formación crítica es dejada de lado frente a un nuevo avance de un proyecto de país que solo puede llevarse adelante a costa de represión.
Porque solo con Memoria, Verdad y Justicia es posible rendir homenaje a los jóvenes secuestrados esta noche, y a los más de 30 mil detenidos desaparecidos. Presentes!