“Nos preocupan mucho las empleadas que trabajan por hora y tienen menos de 60 años. Están obligadas a ir a trabajar con todo el riesgo que esto significa para la propagación de virus. Creo que debería tomarse conciencia y que todos nos tomemos estos 14 días para quedarnos en casa y así cuidarnos y protegernos todos”, señaló Sonia Kroppio, secretaria adjunta de la CTA Autónoma de Río Negro y dirigente del Sindicato del Personal de Servicio de Doméstico de Río Negro (SIPESEDO).
La dirigente describió al mismo tiempo el gran drama que atraviesa el sector, sobre todo las que trabajan por horas, ya que muchas son sostén de hogar por lo que es difícil dejar de trabajar si no hay un resarcimiento económico, encontrándose en una encrucijada.
“Muchas viven en casas precarias, en situaciones económicas muy difíciles bajo el índice de la pobreza y si no salen a trabajar no tienen para comer. Por eso demandamos que si decretan la cuarentena, estas personas que trabajan por hora reciban algún tipo de salario o tarjeta para que puedan comprar mercadería”, continuo Kroppio.
Desde la central se denunció que esta situación de fragilidad y precariedad viene gestándose en el tiempo: antes de llegar a esta situación que viven hoy todos los argentinos las trabajadoras denunciaban la faltante de elementos de trabajo como guantes, botas, barbijos, guardapolvos y otros elementos de protección que figuran en el reglamento como obligaciones del empleador.
Asimismo, hay empleadoras que exigen que la empleada esté presente las 24 horas. “Ni siquiera nos dan permiso para hacer un trámite, no nos podemos enfermar, no podemos faltar, somos esclavas de las señoras empleadoras. Hablamos de género y las mismas mujeres nos maltratan psicológicamente, verbalmente y laboralmente. No se nos respeta, llegando hoy a esta grave situación en la cual nos dicen que tenemos que seguir yendo a trabajar para desinfectarles la casa, y que sino descuentan el día. Y las compañeras van, porque a muchas apenas les alcanza para comer”, concluyó.