Para el sindicato, es inaceptable transferir la responsabilidad a una trabajadora para excusarse haciendo públicos aspectos de su intimidad.
«El daño emocional que sufre la trabajadora contagiada es enorme», señaló Rodrigo Vicente, secretario general de ATE. «Pero también el temor sembrado entre sus compañeros, porque algo está claro: la negligencia en esta contagio fue del empleador», agregó.
«Es evidente que las autoridades de PAMI no están a la altura de gestionar la crisis sanitaria resguardando la salud de sus trabajadores y los beneficiarios, principal población en riesgo», dijo Vicente.
En reiteradas oportunidades, ATE denunció la falta de insumos de protección y advirtió sobre la desprolijidad en la aplicación del protocolo de asistencia al personal.
En muchos sectores del organismo, las autoridades presionan a los trabajadores para concurrir aún cuando las suyas no sean tareas esenciales, debiendo el PAMI definir explícitamente cuáles son tareas esenciales y cuáles no.
El PAMI como empleador es responsable de cumplir las directivas emanadas del Gobierno Nacional y de preservar y cuidar como empleador la salud de los trabajadores y más de 5 millones de jubilados.