La situación laboral que se vive y padece en el Hospital de la ciudad de Cervantes ha llegado a un límite. Es que desde la Dirección del nosocomio a cargo de Pedro Jaramillo, en conjunto con la Jefatura de Enfermería, que detenta Roca Queupán, se está desplegando, desde un tiempo a esta parte, un sinnúmero de acciones tendientes a perseguir a los trabajadores por su afiliación sindical y por su punto de vista ideológico y político. Desde el Sindicato se demanda la separación del cargo de manera inmediata de ambos funcionarios, por haber quedado de manifiesto su incompetencia y el incumplimiento de los deberes de funcionario público.
«La persecución que hay en este hospital es alarmante. A pesar de no haberse instrumentado ninguna auditoria de parte de la Comisión Evaluadora Provincial, se recortaron las guardias y horas extras, perjudicando específicamente a los referentes y afiliados de ATE. Además se practicó un importantísimo descuento salarial sobre los trabajadores, cuando no existe justificativo legal alguno», señaló Rosa Ñanco, Secretaria General de la Seccional Villa Regina de ATE y agregó: «Desde el Sindicato avanzaremos hasta las últimas consecuencias para detener este tipo de atropellos contra los trabajadores».
Por incumplimiento de los deberes de funcionario público, se demanda la renuncia del Director del Hospital y de la Jefa de Enfermería
Tal como indica la referente en la zona de ATE, en el hospital cervantino abundan irregularidades en cuanto a las relaciones laborales. En primer lugar, desde larga data los trabajadores vienen denunciando las prácticas persecutorias de parte de la Jefa del Sector de Enfermería, Rosa Queupán, solicitando concretamente que se promoviera su apartamiento del cargo ante la manifiesta imposibilidad de llevar adelante su rol bajo los requisitos de eficiencia, regularidad y transparencia. Sin embargo, en ningún momento –desde la Dirección del nosocomio- se accionó en tal sentido, ni siquiera se respondieron las comunicaciones formales presentadas por la asociación gremial. Esto dio vía libre para que Queupán incrementara su virulencia, con lo que las actitudes persecutorias hacia el personal que promovió el planteo se agravaron.
A esto se suma la desmedida reducción de guardias y horas extras a las denunciantes (sobre quienes se toma represalia) y a otros afiliados a ATE, discriminándolos con respecto al resto del personal. Cabe destacar que tal reducción no debería ser instrumentada, atento que en ningún momento se realizó la auditoría de la Comisión Evaluadora, tal como sucedió en otros nosocomios de la provincia.
Finalmente, es cuestionable el salvaje descuento salarial practicado sobre los haberes correspondientes a marzo y abril a un grupo de trabajadoras afiliadas y dirigentes de ATE que hicieron uso de los derechos contemplados tanto en la Constitución Provincial, como en la Nacional y los tratados internacionales que regulan las relaciones laborales.
«El viernes nos entrevistamos con el Director de Hospital, acompañadas por nuestro asesor legal Diego Broggini para pedirle respuestas por estas irregularidades, pero sus respuestas fueron nulas», señaló Alejandra López, referente de ATE en el sector y miembro del Consejo Directivo Provincial de ATE y agregó: «Jaramillo incumple con los deberes del funcionario público y abusa de la autoridad que le otorgó el Gobierno Provincial. Tanto él como la Jefa de Enfermería deben renunciar de manera inmediata o, en caso contrario, el Gobierno debe separarlos del cargo. Ambos son absolutamente incompetentes para desempeñar las funciones que tienen».
A partir de esta situación y una fuerte discusión que surgió en el nosocomio, intervino telefónicamente Daniel Aroca, Secretario de Salud Pública y tras ello las partes acordaron reunirse nuevamente el lunes 15 a las 12 horas a fin de buscar una solución al conflicto que, desde ATE, se considera que no puede ser otra que la devolución de las horas descontadas, el reintegro de los descuentos salariales y la separación del cargo de Jaramillo y Queupán.
