Desde el Gremio se destaca la iniciativa, siempre y cuando no se transforme en un espacio más de burocracia y no resolución. «Es importante en la medida que tenga contenido y funcionalidad en el desarrollo de las actividades. Hay muchas cosas que nos atraviesan», señaló Nelly Costa, referente del espacio de Género de ATE Río Negro y reflexionó: «El Estado se tiene que revisar a sí mismo, porque pide cosas que el propio Estado no cumple. Por ejemplo la precariedad laboral, es lo más grave que tenemos en esta provincia y está a cargo del Estado». Este uno de los ejes que el Sindicato viene señalando en distintas esferas y que en el caso de las mujeres se ve agravado.
En representación de la entidad sindical estuvieron presentes, además de Costa, Rosa Ñanco (Secretaria de Acción Política de ATE Río Negro y General de la Seccional Villa Regina), Esterea González (Secretaria Gremial de ATE Río Negro y General de la Seccional de Allen), Dora Fernández (Secretaria General de la Seccional Norte) y Claudia Lara (Secretaria de Acción Social de la Seccional Alto Valle Este).
En 2016 se llevó a cabo en Viedma una jornada preparatoria para esta Comisión, convocada por el área de Género y Empleo, y a la que asistió un importante número de gremios, sindicatos, cámaras empresarias y organismos gubernamentales. Quien tuvo la mayor exposición fue el sector privado. «En la jornada del año pasado nos cuestionamos qué pasaba con el Estado. Hay estadísticas del sector privado pero no se animaron a presentar las del propio Estado», recordó Costa.
A partir de ello, en esta etapa se considera necesario trabajar en conjunto y con responsabilidades asumidas concretamente para que esta instancia no sea meramente formal, sino que sea una estrategia de trabajo para poder concretar acciones directas.
La Comisión tendrá una modalidad de trabajo con encuentros quincenales y mensuales, para concretar posteriormente actividades en la búsqueda de fortalecer la concertación y el diálogo sobre la igualdad de oportunidades en el mundo laboral y las prácticas democráticas de los actores e instituciones vinculados a la esfera del trabajo, y también como ámbito para la evaluación de políticas a favor de la equidad de género, entre otros puntos. La realidad hoy es bastante distante.
Desde el Gremio se reclama que la iniciativa no se transforme en un espacio más de burocracia
