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a conducción de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un «Plenario de Secretarios Generales» para el próximo miércoles 2 de noviembre, a realizarse a partir de las 14 horas en la ciudad de General Roca.
Se encuentra previsto que durante esa jornada, los principales referentes del sindicato aborden un temario extenso, pero sobresale la necesidades de obtener un incremento salarial antes a que finalice el presente año.
El gremio adelantó que, luego de analizado el impacto de la inflación y el deterioro en el poder de compra de los ingresos de los empleados públicos en cada una de las regiones de la provincia, la idea es definir el monto de un plus salarial a percibir antes que cierre el año, o bien, un porcentaje de aumento que sea liquidado en este 2016.
«El próximo miércoles definiremos, con el mandato de todas las seccionales del gremio, el monto del bono a exigir antes de fin de año al Ejecutivo Provincial, o bien, un porcentaje de incremento salarial que permita empatarle a la inflación en el 2016», afirmó Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE Río Negro. «La negativa del Gobernador a la hora de hablar de un plus de fin de año, es una estrategia que busca bajar las expectativas de los trabajadores, pero la provincia se encuentra en condiciones financieras de afrontar su pago. El Gobierno Nacional y muchos municipios ya han reconocido esta necesidad. No queremos pensar que los estatales rionegrinos somos los únicos perjudicados por el mal manejo de las finanzas en la provincia», aseguró el máximo referente del sindicato.
El gremio rechaza las declaraciones efectuadas por el Gobernador, Alberto Weretilneck, en relación a la negativa de evaluar el pago de un bono de fin de año y considera que las mismas están orientadas a bajar las expectativas de los trabajadores estatales en una época en la que el conflicto seguramente crecerá en la provincia.
Para ATE, aunque el monto acordado como base sea absolutamente insuficiente – $2.000 – el hecho que a nivel nacional se haya reconocido la necesidad de compensar el deterioro producido por el proceso inflacionario, obliga a las provincias a esforzarse en el mismo sentido, a los efectos de evitar que los empleados públicos sufran una baja en sus sueldos que será imposible de remontar en el próximo año.
