La Seccional Andina de ATE, con sede en El Bolsón recordó a Julio César Schwartz a 39 años de su secuestro y desaparición, en vísperas del inicio del juicio a los responsables, enmarcado en la causa Circuito “Atlético”, “Banco” y “Olimpo”.
«Nos encontramos recordando no solo su persona, sino su militancia política en pos de una sociedad justa y libre, recordando su lucha política, y recordando su legado militante», señaló Javier Milani, Secretario General de la Seccional Andina Sur de ATE y completó: «Con las distintas organizaciones sociales de El Bolsón, una vez identificado y reconocido el lugar del secuestro, planificaremos las distintas actividades necesarias para su efectiva señalización como una forma de recuperar la memoria y la lucha de Julio César Schwartz junto con la de los 30 mil compañeros desaparecidos por el terrorismo de Estado.»
Esta actividad apunta a seguir combatiendo la desmemoria y el silencio cómplice con que durante varias décadas habían intentado negar el genocidio de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar y su alcance en estos rincones patagónicos.
Trazos en la historia
Julio César Schwartz era integrante del PRT-ERP, fue empleado del Banco Nación, y su venida al sur se debió a la persecución represiva que, de parte de la Triple A primero y del Estado Argentino después, sufrieron todos y cada uno de los militantes de las organizaciones políticas revolucionarias en la década del 70.
Fue secuestrado y desaparecido por un grupo de tareas de la Policía Federal que llegó exclusivamente a El Bolsón para esto. Con la ayuda de distintos testimonios se fue reconstruyendo una breve parte de lo que sucedió en el momento de su secuestro y posteriormente durante su cautiverio ilegal. Sin embargo, como sucedió con miles y miles de desaparecidos, nunca se pudo identificar el sitio donde fue ocultado su cuerpo, una de las miles de deudas que el Estado Argentino y sus instituciones aun tienen con buena parte de la sociedad.
Se sabe que fue trasladado a Buenos Aires y que estuvo secuestrado en el Centro Clandestino de Detención “El Banco”, en La Matanza, Provincia de Buenos Aires. Allí sus captores y verdugos lo apodaban “el gerente”, quizás por su trabajo como bancario, pero también debido al nombre con que se conocía ese Centro Clandestino de Detención y tortura.