La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro conmemoran hoy el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, a 35 años del desembarco de las tropas argentinas en las Islas.
Como cada año, es imposible desligar la causa justa de la recuperación de un territorio usurpado por las fuerzas británicas desde el año 1833 al contexto histórico del país, donde la dictadura genocida hacía estragos.
Este último acto bélico, que costó la vida de 649 argentinos, muchos de los cuales siguen enterrados como NN, fue el manotazo de ahogado de la junta militar que intentó enarbolar la soberanía y aunar al pueblo para recuperar un poder cuyo desgaste iba en picada.
Mientras en la Plaza de Mayo miles de argentinos festejaban la recuperación anunciada por el entonces presidente de facto Leopoldo Galtieri; en la madrugada del 2 de abril comenzaba el desembarco en Malvinas, donde miles de jóvenes -muchos de los cuales cumplían el servicio militar con 18 años- fueron arrancados de sus hogares y enviados a combatir en la situación más precaria imaginable.
Sin embargo, esto no fue suficiente para las Fuerzas Armadas: a la falta de experiencia y condiciones básicas –como vestimenta adecuada y alimento- los combatientes debieron sufrir el más cruel calvario en manos de sus propios superiores. Torturas y tratos inhumanos como estaqueamientos, enterramientos, ser sumergidos en pozos de agua helada y exposición al frío y hambre extremo son algunas de las denuncias como crímenes de lesa humanidad que aún siguen impunes.
Por eso, en este 2 de abril ATE y CTA mantienen viva la memoria de lo ocurrido en el conflicto bélico, donde tantos jóvenes fueron al frente de batalla y dieron su vida en la parte más austral del país por la Soberanía Nacional. Los que pudieron regresar, lejos de ser tratados como héroes, fueron escondidos, excluidos, y durante años sumaron a la tragedia vivida el desconocimiento total por parte del Estado y de la Sociedad misma, que ignoró su situación hasta que salieron a la luz los hechos ocurridos. Cabe destacar que más de 500 ex combatientes se suicidaron luego de la guerra, y en esto mucho tiene que ver la falta de políticas económicas y sociales que los contuvieran.
El papelón de la guerra que duró 74 días marcó los últimos días de una dictadura jaqueada por las crecientes protestas sociales, el desastre económico y las denuncias que se multiplicaban sin pausa por las violaciones a los derechos humanos, actuar que como en todo el territorio nacional, los militares llevaron a las Islas Malvinas.
En la actualidad continúa vigente el reclamo irrenunciable a la soberanía sobre este territorio estratégico para la nación, así como las cuentas pendientes del Estado con quienes estuvieron allí hace hoy 35 años.
